Friday, June 11, 2010

 

1990 (Cosas que ocurrieron en el año en que naciste)

A continuación, estimada Yukino, describiré los principales eventos que sucedieron en el año en que naciste.

Concierto de Pink Floyd 1990 en Berlín: Fue un evento que se realizó por conmemorarse el primer aniversario de la caída del Muro de Berlín y fue transmitida en vivo a mas de cinco países. Un concierto que la banda nunca volvió a repetir, dado el complicado proceso de producción.

Caso Ingrid Segovia: Una estudiante de sexto curso del colegio 24 de Mayo, declaró en el programa la TV que aún existe corrupción entre los profesores. Por eso, las autoridades le impidieron graduarse como represalia, pese a que ella tenía muy buenas calificaciones. Ingrid Segovia se convirtió en una especie de heroína al colocar el dedo en la llaga de lo que ocurre en la actualidad: el sistema educativo es un antro de corrupción. La ministra de educación de ese entonces, Rosalía Arteaga, personalmente intervino en el caso; se hizo justicia e Ingrid Segovia logro obtener la graduación.  

Elton John “Sacrifice”: “Sacrifice” de Elton John fue una de las canciones que me acompañaron en mis peores vacaciones tras repetir matemáticas con 9 en el promedio final e irme de casa por un día. También estuvo en auge el tema “Blaze of glory de Bon Jovi.

Volver al futuro: Como lo escribí anteriormente, al saber que no tenía salida en matemáticas, me fugué del colegio para pasar toda la tarde viendo “Volver al Futuro I y II” en función continua.

Se publica el libro Parque Jurásico:
posteriormente, en 1993, esta obra sería llevada al cine. Fue una de las primeras películas en utilizar efectos digitales.

Primer levantamiento de la CONAIE: Las organizaciones indígenas hacen su primer levantamiento para exigir inclusión social y igualdad de oportunidades. Lástima que dicha organización haya perdido protagonismo, por pugnas internas entre sus líderes hambrientos de poder quienes olvidaron el por qué de su lucha. 

Me fugué de la casa:
Como ya dije, al ver el cuadro de notas que solo hice un promedio de 9 sobre 20 en matemáticas, me fui de la casa. Pase la noche bajo un fuente vestido solo con un jean, camiseta y camisa corta. Al día siguiente fui donde mi tía a que me diera posada, pero me engañó al llamar a mi padre.

Cambio de casa: Fue antes de los exámenes finales del colegio. Nos cambiamos desde San Rafael, que en ese tiempo era un sitio alejado, hasta Alangasí, un lugar mucho más lejano. La familia parecía un grupo de colonos australianos viviendo en un sitio sin calle asfaltada, sin postes de luz, ni agua corriente; teníamos que aprovisionarnos de agua desde una sequia usando un motor cada 15 días y adivinen ¿A quién le encomendaron la nada agradable tarea? (Claro que años después los servicios básicos llegaron)

Italia 90 y la deshonra de Maradona: No soy fanático del fútbol, pero el torneo del Italia 90 se vio envuelta en el escándalo que protagonizó Diego Armando Maradona al salir positivo en un prueba de dopaje, donde encontraron restos de esteroides en sus muestras. Por esto, Maradona fue amonestado y cayó en el descrédito.

Fernando: conocí a Fernando en octubre de 1990 cuando asistí a un nuevo colegio en Alangasí. Se ha convertido en uno de mis pocos mejores amigos (y el único que tuve en el colegio)

Mis peores vacaciones: Véase Elton John, Cambio de casa y la fuga. 

Pretty Woman: Esta película se estrenó a mediados de 1990 sus protagonistas fueron Richard Geere y Julia Roberts. Roxette puso la “It must have been love”,canción como banda sonora.

Invasión a Kuwait por parte de Irak: Conocida como “Tormenta del desierto”, la invasión de Irak al emirato árabe de Kuwait y posterior intervención de EEUU causó gran expectativa en el mundo por los riesgos de usarse armas químicas; fue el conflicto más televisado de la década.

Todo esto sucedió en el año en que naciste, mi joven Yukino.



 

Aquellas palabras generacionales

Tal vez sea la famosa brecha generacional, pero la generación actual utiliza palabras que nuestra generación y peor aún la de nuestros predecesores nos resulta difícil interpretar.

“Pinta un cuadro y piérdete” “Haz clic, y minimízate” “Osea, Helloooo” “Esta fresita de cambia de pastel” “Naquever” son algunas de las tantas palabras que la nueva generación usa producto de la coyuntura actual o de la conocida moda. El punto es que la mayoría de estas palabras carecen de sentido, ya que suenan muy artificiales y hasta vacías.

Nuestra generación también utilizó ese tipo de vocabulario; términos como “Bacán” “Propio” “pleno” “el man” “la man” “falseteado” “qué nota” fueron parte de nuestra vida y que algunas han sobrevivido y siguen circulando en la gente que ha pasado de los 30. Pero la diferencia, pienso yo, entre nuestros términos y los actuales, es que lo primeros tenían sentido y los otros no mucho o nada.

Tal ves este fenómeno se deba al facilismo que ha ofrecido la tecnología actual como el Internet, a los programas de TV de mala calidad como los que emite el decadente MTV; o tal vez porque así es el círculo de la vida.

Una cosa es cierta, la nuevas palabras juveniles, además de oírse antiestéticas causa más de un dolor de cabeza al adulto promedio y al adulto cuadrado (pobrecitos).

En fin, respecto a este asunto. Ahí no más le dejo y “me la saco”, o como diría la “chavisa” “me pinto un cuadro y me pierdo”.



Tuesday, June 01, 2010

 

Viacrusis por un jean

El año pasado escribí sobre mis leales jeans (si no lo has leído lo puedes buscar) y tal como lo expuse, es difícil buscar jeans de mi talla y estilo.

Resulta que, debido a que una de mis prendas ya estaba muy gastada, me dispuse a reponerla. Solía usar una marca nacional, pero esa marca quebró años atrás debido a la invasión de productos procedentes de China que diezmaron las producción de productos nacionales entre ellos los jeans. Así que tuve probar suerte con otra marca que suelo comprar.

Confiado, fui al local que queda cerca de casa. Le expliqué a la señorita:

- ¿Tiene jeans rectos regular talla 30?

- Claro, aquí tiene. Pruébese, por favor.

Tomé por si acaso la talla 30, 31 y 32 porque a veces la talla puede variar, y ahí empezó el calvario. La talla 30 cerraba bien, pero las bastas estaban muy cortas, no creo haber crecido tanto desde la última vez que compré un jean hace cuatro años; la talla 32 me quedaba floja la cintura (menos mal) y las bastas estaban muy grandes; y la 31... me cerraba bien, pero las bastas me bailaban, mas parecía un hip-hop-techno-merengue-reggueton-ballenatero.

Toda la semana pasada recorrí todos los locales de esta marca (menos la del sur que lo haré por estos días) y los resultados eran los mismos. ¿Tedioso no?

Como dije antes, me gustan los jeans a la medida (Ojo no ajustados, ¡A ti te digo!) o sea ni muy flojos ni muy ajustados, porque me siento muy cómodo. Si es flojo, las bastas rozan feo mis rodillas y me ponen de mal genio; si es muy ajustado no puedo moverme bien.

Si me preguntas: “¿Has ido a ver los locales del ahorro?” la respuesta es sí y fue peor, porque, aparte de que los jeans no son de buena calidad, o sea son cosidos a la maldita sea y la tela se gasta con facilidad, encontré los jeans reajustados que comenté anteriormente; no solo que no podía ni siquiera levantar la pierna para dar una patada, sino que se veía que eran elaborados para los gays, por los bordados rosados, florecitas y para variar, los bolsillos de atrás estaban cosidos más debajo de donde deberían estar. (Ojo, no tengo nada contra los gays, cada quien a lo suyo). Entonces eso acrecentó más mi frustración.

La moda ha impuesto solo dos estilos para dos targets (públicos) especificos: hip-hop-techno-merengue-reggueton-ballenatero y gays; y las minorías que se las resuelvan.

¿Dónde quedaron esos jeans que te quedaban bien apenas te los probabas? No lo sé. Me pregunto si las mujeres también tendrán ese lío al comprar ropa, en este caso jeans. Creo que lo bueno de los jeans para mujer es que hay de dos tipos: de cintura y descaderados. En lo que a mí respecta, si no hallo del modelo que ha sido favorito desde hace tiempos, no me quedará otra que comprar uno de la segunda marca y mandarlos a ajustar las bastas.  





 

Ecología o Progreso: Un Dilema

En una remota selva de la India, a las faldas de una montaña vive una tribu desde ya mucho tiempo, aislada de los asuntos de la denominada “civilización”. Lastimosamente, exploradores han descubierto que bajo el subsuelo de esa montaña existen minerales necesarios para la producción de aluminio; y el obstáculo, según los dueños de la empresa minera, son los nativos. La solución “justa” para ellos, por así decirlo, es remover a “esos nativos” de su selva y colocarlos en viviendas aledañas a la ciudad cono todo lo que necesitan para vivir “civilizadamente”. Los nativos se niegan a esa propuesta, aduciendo que la selva ha sido su hogar desde muchas generaciones y por tanto están dispuestos a pelear, ya que sólo se irán de su hogar muertos.

En otra parte del mundo, en la Cordillera del Cóndor, en la frontera amazónica entre Ecuador y Perú, se ha descubierto una rara especie de rana, tan pequeña que cabe en una moneda de un centavo. Desgraciadamente, bajo esas hectáreas de bosque selvático se encuentra concentrada una gran cantidad de cobre, suficiente para ser explotada, comercializada y fomentar el desarrollo del país. Tan sólo falta la decisión Presidencial para que las máquinas y obreros lleguen ahí para diezmar la selva en nombre del progreso.

De este par de ejemplos, de los muchos que se debaten en el planeta, existen intereses de por medio: empresarios inescrupulosos que prefieren alterar a la fuerza un ecosistema por uno fajo de billetes. Les vale muy poco la flora, la fauna y sus nativos que han sabido convivir equilibradamente y que la gente de las urbes no lo ha sabido hacer.

El conocido progreso es necesario en esta sociedad basada en una economía de producción, ya que con ello se crean fuentes de trabajo y con ello el sustento de miles de familias para poder comer y vestirse, pero, ¿Hasta qué punto nos es beneficioso el progreso? ¿Hasta qué extremo es bueno crear necesidades para incrementar la demanda de compra y venta en productos frívolos y hasta inútiles?

Tampoco se debe inclinar a dejar intactos los bosques y demás terrenos ecológicamente invaluables, ya que, y es lastimosamente reconocerlo, la humanidad se ha convertido en una plaga porque no ha sabido subsistir ecuánimemente con el medio ambiente. Se ha tornado consumista e irresponsable.

Lo lógico y correcto es no forzar a una población nativa a irse de sus asentamientos, así como no alterar un área con miles de especies únicas de flora y fauna, sino explotar las áreas ya establecidas y fomentar otro tipo de actividades lucrativas como el ecoturismo y la investigación científica. Muchas personas pagarían lo que fuera para ver esas ranas diminutas o para conocer una cultura ancestral asentada en la selva, en un marco de respeto y conservación del entorno.

No obstante, a los empresarios no les importa estas iniciativas a mediano y largo plazo; les interesa el dinero aquí y ahora, y tienen en ellos la corrupción un arma infalible para comprar políticos y dirigentes, así como la “bondad” de entregar unas viviendas y financiar campos de conservación silvestre.  

No es cuestión de “donar” casas para los nativos, ni crear zoológicos ni jardines botánicos para las especies. Es necesario buscar el punto en que el progreso y la ecología convivan y ese es un reto muy complejo, una lucha desigual entre razón y codicia.

Una cosa es cierta, gran parte de el cambio climático que se percibe actualmente es por causa de esos dueños de empresas multinacionales, sin embargo, la naturaleza se está manifestando, y ni con todo su dinero podrán salvarse cuando todo el planeta colapse. Espero no estar aquí cuando eso ocurra.  



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